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Emergencia Covid’19

Campaña de la Iglesia de Zaragoza
para ayudar al sostenimiento económico
de las parroquias y de su obra social

Aunque no nos veas, estamos ahí. 24 horas al día, siete días a la semana. Junto a quienes más lo necesitan. La archidiócesis de Zaragoza lucha durante todo el año por construir una sociedad más humana, justa y fraterna. Por eso, ante una pandemia como la actual, no ha dudado en redoblar su compromiso para ayudar a los damnificados del coronavirus, ofreciendo acompañamiento, comidas, oración, instalaciones, voluntarios… ¡Esperanza!

Pero las parroquias han permanecido meses cerradas y se ha cortado de golpe una de sus principales fuentes de ingresos: las colectas. Según cálculos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el 80% de los ingresos de las parroquias proceden del cestillo y, durante cada mes del confinamiento, han dejado de ingresar 20 millones de euros en todo el país. Sin donativos, resulta difícil sostener la ayuda que presta la Iglesia a quienes más están sufriendo las consecuencias sociales de la pandemia y cubrir, además, los gastos de mantenimiento, conservación, reparaciones…

¿Colaboras con tu parroquia?

Historias con alma

Quizá no la ves, pero la Iglesia está ahí, trabajando, comprometida más que nunca. La Iglesia son personas. Queremos compartir contigo la actividad de las parroquias en este tiempo de pandemia.

Comedor familiar

La parroquia de San Pedro Arbués atiende a más de 100 familias y reparte 30 raciones de comidas al día, que los beneficiarios —tanto españoles como extranjeros— recogen guardando las distancias de seguridad para evitar contagios. “Hemos notado ya un ligero incremento de las peticiones de ayuda”, apunta el párroco, Jorge Castro, preparado para hacer frente “a lo que venga”.
Comedor familiar
La parroquia de San Pedro Arbués atiende a más de 100 familias y reparte 30 raciones de comidas al día, que los beneficiarios —tanto españoles como extranjeros— recogen guardando las distancias de seguridad para evitar contagios. “Hemos notado ya un ligero incremento de las peticiones de ayuda”, apunta el párroco, Jorge Castro, preparado para hacer frente “a lo que venga”.

Preparadas para acoger

Durante gran parte del estado de estado de alarma, las parroquias de la archidiócesis de Zaragoza estuvieron cerradas al público. Apenas obtuvieron ingresos, pero siguieron generando gastos de mantenimiento, conservación y reparaciones. Todo estuvo listo para abrir de nuevo, en cuanto fue posible. En la imagen, un electricista trabaja en la Cripta de Santa Engracia.
Preparadas para acoger
Durante gran parte del estado de estado de alarma, las parroquias de la archidiócesis de Zaragoza estuvieron cerradas al público. Apenas obtuvieron ingresos, pero siguieron generando gastos de mantenimiento, conservación y reparaciones. Todo estuvo listo para abrir de nuevo, en cuanto fue posible. En la imagen, un electricista trabaja en la Cripta de Santa Engracia.

Puertas abiertas

Las parroquias de San Pedro Apóstol y La Coronación de la Virgen, de la Unidad Pastoral del Barrio Oliver, pusieron sus instalaciones a disposición de las autoridades, para que, de ser necesario, se emplearan como “hospitales de campaña”. Día tras día, reparten alimentos y prestan ayudas de urgencia a quienes han perdido su trabajo, en una zona en la que vive una gran cantidad de migrantes.
Puertas abiertas
Las parroquias de San Pedro Apóstol y La Coronación de la Virgen, de la Unidad Pastoral del Barrio Oliver, pusieron sus instalaciones a disposición de las autoridades, para que, de ser necesario, se emplearan como “hospitales de campaña”. Día tras día, reparten alimentos y prestan ayudas de urgencia a quienes han perdido su trabajo, en una zona en la que vive una gran cantidad de migrantes.

Una mano tendida

Cuando la parroquia del Carmen de Zaragoza, ante la crisis del coronavirus, solicitó voluntarios para colaborar en el comedor, María Acero Estrella no se planteó ni un segundo quedarse en casa por miedo. Al contrario. Se puso guantes, mascarilla y readaptó su servicio, ya que llevaba más de diez años ayudando en otros proyectos de la Obra Social de la parroquia. “Antes de esta crisis, se servían cada día 180 comidas de media —recuerda—. Ahora vamos ya por 240”.
Una mano tendida
Cuando la parroquia del Carmen de Zaragoza, ante la crisis del coronavirus, solicitó voluntarios para colaborar en el comedor, María Acero Estrella no se planteó ni un segundo quedarse en casa por miedo. Al contrario. Se puso guantes, mascarilla y readaptó su servicio, ya que llevaba más de diez años ayudando en otros proyectos de la Obra Social de la parroquia. “Antes de esta crisis, se servían cada día 180 comidas de media —recuerda—. Ahora vamos ya por 240”.

Sembradores de esperanza

Antonio J. Estevan, voluntario de Radio María, es uno de los miles de creyentes que cada día entregan parte de su tiempo para mejorar la vida de los demás sin esperar nada a cambio. Muchos de ellos, en labores sociocaritativas, pero no solo. Antonio J., en cuanto llegó esta crisis, instaló su estudio en la parroquia del Sagrado Corazón de la capital aragonesa para transmitir esperanza a través de las ondas.
Sembradores de esperanza
Antonio J. Estevan, voluntario de Radio María, es uno de los miles de creyentes que cada día entregan parte de su tiempo para mejorar la vida de los demás sin esperar nada a cambio. Muchos de ellos, en labores sociocaritativas, pero no solo. Antonio J., en cuanto llegó esta crisis, instaló su estudio en la parroquia del Sagrado Corazón de la capital aragonesa para transmitir esperanza a través de las ondas.
Mesa de trabajo 1
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Rayo de esperanza

Desde que el coronavirus empezó a contagiar de manera despiadada, Javier García Valenzuela, capellán del hospital Royo Villanova de Zaragoza, no para ni de día de noche. Muchas familias y enfermos se han podido despedir gracias a él. Acompaña, administra los sacramentos y ayuda a morir en paz, enfundado de pies a cabeza en un traje de protección que le obliga a acariciar con la mirada.
Rayo de esperanza
Desde que el coronavirus empezó a contagiar de manera despiadada, Javier García Valenzuela, capellán del hospital Royo Villanova de Zaragoza, no para ni de día de noche. Muchas familias y enfermos se han podido despedir gracias a él. Acompaña, administra los sacramentos y ayuda a morir en paz, enfundado de pies a cabeza en un traje de protección que le obliga a acariciar con la mirada.

Despedidas dignas

Las familias que quieren dar una sepultura cristiana a sus difuntos pueden hacerlo, incluso en el estado de alarma actual, con la presencia de tres allegados. El sacerdote Manuel Romanos, párroco de Garrapinillos y Sobradiel, se multiplica —al igual que todo el equipo de presbíteros y diáconos del cementerio de Torrero— para prestar asistencia religiosa en los enterramientos.
Despedidas dignas
Las familias que quieren dar una sepultura cristiana a sus difuntos pueden hacerlo, incluso en el estado de alarma actual, con la presencia de tres allegados. El sacerdote Manuel Romanos, párroco de Garrapinillos y Sobradiel, se multiplica —al igual que todo el equipo de presbíteros y diáconos del cementerio de Torrero— para prestar asistencia religiosa en los enterramientos.

Atención integral

La pandemia ha azotado con especial crudeza a los centros de mayores. En Zaragoza, la residencia de ancianos de la parroquia Madre de Dios de Begoña, con capacidad para 48 personas, ha puesto todos los medios a su alcance para evitar contagios y seguir brindando una atención personalizada que permita a los residentes ver cubiertas sus necesidades y expectativas como seres humanos.
Atención integral
La pandemia ha azotado con especial crudeza a los centros de mayores. En Zaragoza, la residencia de ancianos de la parroquia Madre de Dios de Begoña, con capacidad para 48 personas, ha puesto todos los medios a su alcance para evitar contagios y seguir brindando una atención personalizada que permita a los residentes ver cubiertas sus necesidades y expectativas como seres humanos.

Calor de hogar

Desde que abrió sus puertas en 1988, el centro Fogaral de Cáritas Zaragoza atiende a mujeres que ejercen la prostitución. Hoy, en pleno confinamiento, entrega un complemento económico mensual para que estas personas —víctimas de la explotación sexual, en situación de invisibilidad y extrema vulnerabilidad— puedan subsistir y comprar productos de alimentación, higiene o pañales para sus bebés.
Foto: Gervasio Sánchez
Calor de hogar
Desde que abrió sus puertas en 1988, el centro Fogaral de Cáritas Zaragoza atiende a mujeres que ejercen la prostitución. Hoy, en pleno confinamiento, entrega un complemento económico mensual para que estas personas —víctimas de la explotación sexual, en situación de invisibilidad y extrema vulnerabilidad— puedan subsistir y comprar productos de alimentación, higiene o pañales para sus bebés.
Foto: Gervasio Sánchez

Como una madre

Rosa María Alameda, hermana de la Caridad de Santa Ana, fue enfermera durante 33 años. Ahora, con la avalancha de pacientes, ha rescatado su bata para prestar servicio religioso y acompañamiento humano a todo un hospital. Muchos dicen que es como una madre, pero ella se quita protagonismo. “Será que he apadrinado a todos a la Virgen del Pilar”, apunta sin perder la sonrisa.
Como una madre
Rosa María Alameda, hermana de la Caridad de Santa Ana, fue enfermera durante 33 años. Ahora, con la avalancha de pacientes, ha rescatado su bata para prestar servicio religioso y acompañamiento humano a todo un hospital. Muchos dicen que es como una madre, pero ella se quita protagonismo. “Será que he apadrinado a todos a la Virgen del Pilar”, apunta sin perder la sonrisa.

Servicio individualizado

Unas mil personas con problemas de adicción, distribuidas en media docena de programas, reciben el apoyo de la Fundación Centro de Solidaridad de Zaragoza (Proyecto Hombre). Un centro que estos días se ha reinventado para seguir cerca de quienes por su dependencia adictiva a las drogas, el alcohol o el juego sufren más el confinamiento. En la imagen, Cristina Carme, educadora social, entrega a un paciente las dosis de su tratamiento.
Foto: Gervasio Sánchez
Servicio individualizado
Unas mil personas con problemas de adicción, distribuidas en media docena de programas, reciben el apoyo de la Fundación Centro de Solidaridad de Zaragoza (Proyecto Hombre). Un centro que estos días se ha reinventado para seguir cerca de quienes por su dependencia adictiva a las drogas, el alcohol o el juego sufren más el confinamiento. En la imagen, Cristina Carme, educadora social, entrega a un paciente las dosis de su tratamiento.
Foto: Gervasio Sánchez

Junto al pueblo

Los fieles se han sumado al #QuédateEnCasa y no acuden físicamente a los templos. Pero la Iglesia sigue abierta, con vida, como recuerda el párroco de Cadrete, Fabio Elías Losada, que todos los días celebra misa en un templo con alma, sin bancos vacíos. “He ido poniendo las fotos de los feligreses y me he quedado sin sitio”, apunta con humildad este joven sacerdote.
Junto al pueblo
Los fieles se han sumado al #QuédateEnCasa y no acuden físicamente a los templos. Pero la Iglesia sigue abierta, con vida, como recuerda el párroco de Cadrete, Fabio Elías Losada, que todos los días celebra misa en un templo con alma, sin bancos vacíos. “He ido poniendo las fotos de los feligreses y me he quedado sin sitio”, apunta con humildad este joven sacerdote.

Sacerdotes al teléfono

Acompañar a la gente en medio de sus dificultades. Ese es el objetivo de Juan Sebastián Teruel, uno de los 30 sacerdotes que, con el asesoramiento del Centro Diocesano de Orientación Familiar ‘San Juan Pablo II’, atiende y consuela a quienes sienten desconcierto, enfermedad, separación, muerte. Llaman creyentes, pero también ateos. “A nadie se le pide el carné de católico”, precisa con sencillez.
Sacerdotes al teléfono
Acompañar a la gente en medio de sus dificultades. Ese es el objetivo de Juan Sebastián Teruel, uno de los 30 sacerdotes que, con el asesoramiento del Centro Diocesano de Orientación Familiar ‘San Juan Pablo II’, atiende y consuela a quienes sienten desconcierto, enfermedad, separación, muerte. Llaman creyentes, pero también ateos. “A nadie se le pide el carné de católico”, precisa con sencillez.
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24 horas con la Virgen del Pilar

Dos cámaras instaladas en la Santa Capilla de la catedral basílica del Pilar permiten que devotos de todo el mundo vean día y noche la Sagrada Columna. La Iglesia de Zaragoza, junto a la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión, ha puesto en marcha un proyecto pionero que permite a la gente sentir que está en el Pilar, a los pies de la Virgen, viviendo un encuentro personal, sanador, en estos momentos de incertidumbre.
24 horas con la Virgen del Pilar
Dos cámaras instaladas en la Santa Capilla de la catedral basílica del Pilar permiten que devotos de todo el mundo vean día y noche la Sagrada Columna. La Iglesia de Zaragoza, junto a la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión, ha puesto en marcha un proyecto pionero que permite a la gente sentir que está en el Pilar, a los pies de la Virgen, viviendo un encuentro personal, sanador, en estos momentos de incertidumbre.

Mascarillas contrarreloj

Las monjas y religiosas, aun cuando viven en monasterios de clausura, no viven ajenas a las necesidades del mundo y sus gentes. Esta crisis no ha sido una excepción y muchas comunidades se han sumado a la lucha contra el coronavirus elaborando mascarillas para el personal sanitario. Las hermanas Clarisas de Tauste, en la fotografía, son una muestra de ello.
Mascarillas contrarreloj
Las monjas y religiosas, aun cuando viven en monasterios de clausura, no viven ajenas a las necesidades del mundo y sus gentes. Esta crisis no ha sido una excepción y muchas comunidades se han sumado a la lucha contra el coronavirus elaborando mascarillas para el personal sanitario. Las hermanas Clarisas de Tauste, en la fotografía, son una muestra de ello.

Pulmón espiritual

Aunque en muchos conventos se han aparcado los trabajos habituales para elaborar mascarillas, las monjas contemplativas y de clausura tienen claro que su principal aporte en esta crisis es a través de la oración. Rezan por el fin de la pandemia, por quienes la combaten y por los que más sufren. En definitiva, como recuerdan desde el Monasterio de Santa Mónica de Zaragoza (en la imagen), hablan a Dios de los hombres.
Pulmón espiritual
Aunque en muchos conventos se han aparcado los trabajos habituales para elaborar mascarillas, las monjas contemplativas y de clausura tienen claro que su principal aporte en esta crisis es a través de la oración. Rezan por el fin de la pandemia, por quienes la combaten y por los que más sufren. En definitiva, como recuerdan desde el Monasterio de Santa Mónica de Zaragoza (en la imagen), hablan a Dios de los hombres.

Hacia la vida eterna

El Complejo Funerario de Torrero acoge todos los miércoles una misa funeral por los fallecidos en Zaragoza durante la semana. La celebración tiene lugar a las 12.00 y se retransmite en directo a través del canal de Facebook de la Archidiócesis. Porque, como decía san Agustín, “una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre su recuerdo se evapora, pero una oración por su alma la recoge Dios”.
Hacia la vida eterna
El Complejo Funerario de Torrero acoge todos los miércoles una misa funeral por los fallecidos en Zaragoza durante la semana. La celebración tiene lugar a las 12.00 y se retransmite en directo a través del canal de Facebook de la Archidiócesis. Porque, como decía san Agustín, “una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre su recuerdo se evapora, pero una oración por su alma la recoge Dios”.
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Por tantas razones

Desde que llegó la pandemia, la Iglesia católica no ha dejado de trabajar en Zaragoza al servicio de la sociedad y del bien común. A continuación, mostramos las principales acciones que se están llevando a cabo.

Emergencia Covid’19

Colabora

Las parroquias han permanecido meses cerradas y se ha cortado de golpe una de sus principales fuentes de ingresos: las colectas. Sin embargo, aun con las puertas cerradas durante los días más duros de la pandemia, han seguido ayudando a las personas que más lo necesitan. Tu generosidad y tu aportación económica son esenciales ahora.

Ayúdanos a compartir con tus amigos y familiares la petición de ayuda para las parroquias Zaragoza. ¡Tu generosidad y apoyo económico resulta esencial en estos momentos!

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